En un mundo plural caracterizado por múltiples estilos de vida a disposición de los jóvenes para articular su proyecto vital, no existe un proyecto de vida cristiano, sólo tenemos la triste negación de los proyectos alternativos. No hay una alternativa cristiana, no ya por la que valga la pena morir, sino muchas veces ni siquiera vivir.
Continúa leyendo en http://espiritualidadypostmodernidad.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario