En el siglo XV Tomás de Kempis, un monje alemán, escribió su famosa y bien conocida obra, La imitación de Cristo En
un principio su obra tenía como objeto la formación espiritual de los
monjes, sin embargo, pronto se popularizó fuera del entorno de la vida
monacal convirtiéndose en una obra clave en la formación espiritual de
muchos cristianos durante generaciones y generaciones. Hoy en día, su
obra, está considerada un clásico de la literatura cristiana.
No
puedo ni pretendo llegar al nivel de este autor alemán pero, si que es
cierto, su obra inspira la mía. Después de años y años de considerarme
cristiano últimamente me estoy percibiendo a mí mismo más como un
seguidor de Jesús. Si, soy consciente de que para muchas personas
significa lo mismo. Puedo entender que muchos piensen que se trata de un
snobismo. Para mí no.
Creo
que el nombre cristiano y el cristianismo, están tan desgastados y
carentes de significado en el mundo occidental, en la cultural en la que
vivo, que más que traer a la mente de las personas connotaciones
positivas, las evoca de tipo negativo.
Por
eso quiero librarme de esa carga. Quiero considerarme un simple
seguidor del Hijo de Dios hecho ser humano con nosotros y entre nosotros
y mientras lo sigo quiero aprender, de nuevo, con ilusión, con frescura
a imitarlo, a tratar de ser como Él, vivir como vivió, tratar de
adaptar su cosmovisión, incorporar en mi vida sus valores, sus
prioridades, su trato con la gente.
Los
relatos de los evangelio serán mi fuente de inspiración. Por eso,
quiero reflejar en este blog lo que su lectura, día a día, me vaya
enseñando acerca del propósito antes descrito. Quiero narrar mi propia
imitación de Cristo, el relato de mi seguimiento en el contexto de la
complejidad de la cultura postmoderna en los albores del siglo XXI.
Este contenido es tomado del Blog - Imitar a Jesús con autorización de su autor.
Lee la primera entrada de Imitar a Cristo en el siglo XXI por Felix Ortíz
No hay comentarios:
Publicar un comentario