13 de abril de 2011

Manual de Supervivencia Escolar 2- Juan Feitoza



¿A punto de entrar en la Semana Santa cierto? ¿Qué planes con tu familia, amigos o de repente con el grupo de jóvenes de la iglesia? Algún paseo o campamento, o de repente pasarlo tranquilo en casa y asistir en la noche a la “tradicional cantata”. Pues sea la actividad que vayas a realizar, este mes debe ser un tiempo de desafío. Compartir la Palabra con nuestros amigos no suele ser una tarea fácil, pero hay algunos pasos que podemos seguir para que compartir nuestra fe no sea una carga pesada, sino una bendición para nuestra vida.

1. Orar y tener comunión con nuestro Padre Dios.- Definitivamente solo podremos tener el deseo de compartir de Jesús con otros jóvenes si cuidamos y cultivamos nuestra relación con él. Esto no es un “cliché” evangélico, esto es algo práctico que debes hacer para poder tener la pasión que necesitas para hablar de Jesús con tus amigos. No será fácil, nadie dice que sea fácil, pero demanda disciplina y esfuerzo, y lo lindo de esto es que no solo te servirá para cumplir con la Gran Comisión, también te servirá para tu vida.

2. Buscar un mentor que te inspire.- Un líder en quien puedas ver un ejemplo de vida cristiana es clave para tu desarrollo como joven y cristiano. Esta persona seguramente motivará tus decisiones y las impulsará, más que con palabras con hechos, además de que te podrá dar buenas ideas para compartir tu fe con tus amigos.

3. Haz un plan de acción.- Un plan podrá definir tu estrategia para compartir tu fe con tus amigos. Podrías pensar en: organizar un juego de fútbol entre los jóvenes de la iglesia e invitar a tus amigos a participar (o invitar a uno para que no te presiones tanto). Otra idea es que, en las salidas que tienen a comer o al cine con el grupo de jóvenes puedas invitar a uno o dos de tus amigos de la escuela. De esta manera ellos se sentirán parte de algo y a la vez podrás romper ese mito que el mundo ha vendido de que los cristianos son “aburridos”.

4. Sé de ejemplo.- Esta es la parte más difícil, sobre todo si te gusta reírte, y en la escuela suelen haber bromas pesadas, y lo más difícil de todo es que son buenas bromas, que, aunque no queramos, hacen reír. Reír no es malo, pero trata de ser cuidadoso de no ofender a tus compañeros, burlarte de otros o desobedecer a la autoridad. Por eso el primer punto es importante, para que puedas tener la fortaleza del Señor para soportar las presiones del mundo.

5. Aprovecha las oportunidades.- Toda oportunidad es buena para compartir tu fe, una salida, una reunión de videojuego, un juego de pelota, una reunión de juego de mesa, etc. Pero este mes tienes la oportunidad de recordar la muerte y resurrección del Salvador del mundo, Jesús, con tus amigos, si hay un paseo, un campamento o una cantata aprovéchala, es una excelente oportunidad para compartir tu fe sin decir palabra alguna. Invitar a tus amigos a experimentar del amor de Jesús a través de otros jóvenes cristianos es una buena forma de compartir tu fe sin hablar, no la dejes pasar.

Dios te bendiga y te guarde, querido joven, pronto nos veremos con el siguiente capítulo del manual de supervivencia escolar.


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