
Sin duda alguna, nuestra cultura occidental hace un gran énfasis en el valor del individuo. Esto en sí mismo no es un problema, sin embargo lo hemos llevado a extremos que no son saludables. Nos aislamos porque tenemos miedo: miedo a ser vulnerables, aunque la verdad sea dicha, también tenemos miedo a la soledad. Es por eso que nuestras interacciones son muchas veces limitadas y superficiales. Zygmunt Bauman describe esta modalidad de amistad como amistad de bolsillo, en la que uno puede hacer uso de las personas cuando las necesite, pero cuando no sentimos que son necesarias, las apagamos y las volvemos a guardar.
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Este material es tomado de las reflexiones de Guillermo Bernáldez bajo su autorización, no es permitida la copia o reproducción sin su autorización
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