6 de mayo de 2010

Una Perspectiva Bíblica De La Salvación I. Cosmogonías


Una cosmogonía es una explicación de los orígenes. Todos los sistemas de pensamiento acostumbran a tener sus propias explicaciones del principio de las cosas, sean de tipo filosófico, científico o de tipo religioso.

La humanidad se ha encontrado con un status quo y se ha hecho preguntas acerca del porqué de las cosas, por qué son del modo que son, por qué vivimos como vivimos, por qué sentimos lo que sentimos, cómo hemos llegado hasta la situación en que nos encontramos, cuál es la explicación para todo ello. Eso es precisamente lo que tratan de aclarar las cosmogonías –explicaciones religiosas- y las cosmologías –explicaciones científicas y filosóficas-.

La cosmovisión cristiana también tiene su propia cosmogonía, su propia explicación de los orígenes, y esta se encuentra en los primeros capítulos del libro de Génesis.

En el primer capítulo se nos habla del origen del universo como consecuencia de la acción creadora de Dios. El Señor, mediante su palabra poderosa trajo todo el universo a existencia. Es en ese mismo capítulo, donde se describe como este proceso de creación culmina con la aparición del ser humano, del cual se dice que fue creado a imagen y semejanza del mismo Dios (1:26-28), sin que este sea el lugar para profundizar en el significado de la imagen de Dios en toda persona.

La creación del ser humano fue acompañada por una bendición de parte del Señor, el gobierno y dominio sobre toda la creación, lo cual, en el sentido original de Génesis quiere significar, cuidadores, más en línea con el principio bíblico de mayordomos, que con el contemporáneo de depredadores de los recursos naturales.

Es importante resaltar que una vez acabado el proceso creativo Dios manifestó que todo lo creado era bueno en gran manera (Génesis 1:31)Dios llevó a cabo una creación perfecta. La creación tiene un valor intrínseco en sí misma porque el Señor la declaró buena en gran manera, no porque sirva para satisfacer las necesidades de la humanidad. El ser humano fue constituido garante, mayordomo, administrador, cuidador de la creación de Dios en tanto que portador de la imagen divina. Es importante entender que el Señor nunca renunció a su soberanía sobre lo creado y delegó en la humanidad la responsabilidad de cuidar de “Su creación”.

Génesis 2 nos narra la creación del ser humano de forma mucho más detallada, incluyendo la creación de la mujer. En este capítulo también se explica cómo Dios formó el jardín de Edén, el entorno en que la vida humana tenía que desarrollarse.


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